Llegada a Marrakech: primeras impresiones
¡He estado en Marrakech! Este destino llevaba años en mi lista de deseos. Me atraía su cultura tan distinta, sus colores vibrantes, los contrastes, los precios accesibles y, por supuesto, su clima soleado. Así que en febrero, escapé del invierno europeo para descubrir una ciudad fascinante que, sin duda, te recomiendo.
Llegué de noche y, debo admitirlo, como mujer viajando sola tenía ciertas inquietudes. Antes del viaje escuché muchas advertencias, consejos de seguridad y rostros preocupados. Tenía muchas ganas de conocer Marrakech, pero pocas expectativas de relajarme.
Dónde alojarse en Marrakech: la magia de los riads
Si vas a visitar Marrakech, te recomiendo hospedarte en un riad dentro de la medina. Es la opción más céntrica y auténtica para explorar la ciudad a pie.
Los riads son antiguas casas tradicionales con un encantador patio interior, muchas veces con piscina. Su arquitectura permite que se mantengan frescos por dentro, y su ambiente íntimo y silencioso es un oasis en medio del caos. En mi caso, el alojamiento incluía un desayuno variado y delicioso: la mejor manera de empezar el día.
Zoco de Marrakech: caos, color y creatividad
Mi riad estaba a pocos minutos del famoso zoco de Marrakech, un laberinto vibrante que estimula todos los sentidos. Las motos circulan por las estrechas calles a toda velocidad, pero de alguna forma, todo fluye con un ritmo propio.
Pasé horas admirando la artesanía local. Marrakech está llena de arte: hombres trabajando el cuero o el metal, mujeres tejiendo alfombras, pintores dando vida a obras coloridas. Todo esto acompañado por el aroma de las especias, el té de menta y los dulces tradicionales.
Sabores marroquíes: comida auténtica en Jemaa el-Fna
Después del zoco, me dirigí a Jemaa el-Fna, la plaza principal de Marrakech. Es un espectáculo constante: músicos, puestos de comida, comerciantes, y sí, también algunas prácticas que no me gustaron, como el uso de monos y serpientes para entretener turistas. Elegí ignorar eso y concentrarme en lo mejor: la gastronomía.
Probé un delicioso tajín de pollo con limón y aceitunas. La comida en Marrakech es sabrosa, aromática y accesible para todos los bolsillos. Si te gusta probar sabores nuevos, este es tu lugar.
Mezquita Kutubía: el corazón espiritual de MarrakechYour
Después de comer, fui a visitar la Mezquita de la Kutubía, la más grande e icónica de la ciudad. Su minarete de 77 metros es visible desde muchos puntos del centro. Construida en el siglo XII, su arquitectura almohade es impresionante, con detalles tallados en piedra y una simetría que transmite paz.
Los jardines que la rodean ofrecen un espacio perfecto para sentarte, respirar y observar cómo el sol tiñe la piedra de tonos dorados al atardecer. Aunque no se puede entrar si no eres musulmán, vale la pena acercarse solo para sentir su energía.
Atardecer en Marrakech con el Atlas de fondo
Después de perderme entre callejones de la medina, busqué una terraza donde relajarme y tomar algo fresco. Vi una de las puestas de sol más hermosas que he presenciado, con las montañas del Atlas como telón de fondo.
En ese momento supe que Marrakech es mucho más que un destino turístico: es una experiencia sensorial que se queda contigo.
¿Deberías visitar Marrakech?
Marrakech te sorprende con cada esquina. Su mezcla de caos y belleza, su arte, su gente, su comida… todo forma parte de una experiencia que no te dejará indiferente.
Si buscas un lugar que despierte tus sentidos, que te saque de la rutina y te ofrezca autenticidad, pon Marrakech en tu lista de próximos viajes.
🌍✈️ Y esto es solo el comienzo…
En la próxima entrada te contaré todo sobre mi excursión al desierto: camellos, dunas doradas, cielos estrellados y una aventura que no olvidaré jamás.
💬 ¿Has estado en Marrakech o te gustaría ir?
Cuéntame en los comentarios si tienes alguna experiencia o consejo sobre Marrakech, o si este destino también está en tu lista. ¡Me encantará leerte!